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Lesiones deportivas en Baloncesto

LESIONES DEPORTIVAS en Baloncesto

Las lesiones deportivas en Baloncesto podemos categorizarlas en dos grandes grupos: agudas y crónicas (o por uso excesivo). Las lesiones agudas se dan de manera repentina y tienen una causa o inicio claramente definido, mientras que las lesiones por uso excesivo se desarrollan de forma gradual. 

 

Clasificación de las lesiones

Esta diferenciación entre lesiones deportivas en baloncesto de agudas y crónicas es aceptada por varios autores, aunque podemos considerar enfoques distintos aportados por otros autores. Con relación a este primer punto de vista, se determinan las siguientes diferencias entre estos tipos de lesión que se mencionan:

Lesiones agudas: ocurren de manera repentina. Se pueden considerar en estas las fracturas de hueso, esguinces, contusiones y distensiones. Sus principales síntomas son dolor, hinchazón y edema, entre otros.

Lesiones crónicas o por uso excesivo: su proceso es gradual en el tiempo. Las más conocidas son las tendinopatías y las fracturas por estrés, popularmente asociadas al término de “uso excesivo” o “sobre entrenamiento”. Puede presentarse dolor leve incluso en reposo.

lesiones en baloncesto

También destaca la clasificación de Romero y Tous (2010), que clasifican las lesiones como traumáticas o por sobreuso, guardando una estrecha relación con la clasificación anterior. Queda de la siguiente manera:

  1. Lesiones traumáticas:
  1. Por sobreuso: síndrome doloroso que afecta al sistema musculoesquelético, con un inicio que no es claro, y sin una sintomatología previa a la manifestación del dolor evidente. 

 

Otra clasificación para destacar es la realizada por Bahr y Maehlum (2007). En esta, consideran el tipo de tejido afectado. Queda de la siguiente manera:

 

Por último, se explica ahora la lesión deportiva en función de la localización de esta en cuanto a la estructura que afecta (Bahr y Maehlum, 2007):

 

 

 

Por otro lado, en las fracturas de esfuerzo existen un seguido de reacciones clínicas frente a la carga ósea repetitiva. Los excesos de carga irán ocasionando microtraumatismos. Al principio, puede que no haya sintomatología después de iniciar la sesión, pero si la carga persiste, el traumatismo se irá acumulando y por lo tanto el dolor aparecerá de manera más temprana a medida que el deportista vaya sumando sesiones de entrenamiento.

Conclusión y prevención

La prevención de lesiones deportivas en baloncesto es un aspecto fundamental para garantizar el rendimiento óptimo de los jugadores y su continuidad en la práctica deportiva. Una combinación de estrategias bien estructuradas puede reducir significativamente la incidencia de lesiones y mejorar la seguridad de los atletas.

En primer lugar, un programa de entrenamiento equilibrado y adaptado a las necesidades individuales del jugador es clave para fortalecer el cuerpo y prepararlo para las demandas del baloncesto. El trabajo en la estabilidad del core, la fuerza funcional y el acondicionamiento de la musculatura estabilizadora de las articulaciones contribuye a mejorar la resistencia a lesiones. Además, la incorporación de ejercicios de propiocepción y equilibrio es crucial para fortalecer tobillos y rodillas, que son las áreas más propensas a lesiones en este deporte.

Otro aspecto importante es la planificación adecuada de la carga de entrenamiento y la recuperación. La fatiga muscular y el sobreuso son factores que aumentan el riesgo de lesiones, por lo que es fundamental respetar los tiempos de descanso y utilizar métodos de recuperación adecuados, como estiramientos, masajes, crioterapia y técnicas de movilidad articular. Asimismo, el calentamiento previo al entrenamiento o partido debe ser completo e incluir ejercicios de activación, movilidad y estiramiento dinámico para preparar el cuerpo de manera óptima.

El uso de equipamiento adecuado, como calzado deportivo con buen soporte y amortiguación, también juega un papel relevante en la prevención de lesiones. Un calzado inadecuado puede aumentar el impacto sobre las articulaciones y provocar inestabilidad en los movimientos. Además, el uso de vendajes funcionales o soportes en jugadores con antecedentes de lesiones puede proporcionar mayor protección y reducir el riesgo de recaídas.

Por otro lado, la técnica y la biomecánica de los movimientos deben ser evaluadas y corregidas en caso de ser necesario. Una ejecución ineficiente de los movimientos, como una mala caída tras un salto o una técnica de aterrizaje inadecuada, puede aumentar el riesgo de lesiones. Por ello, es recomendable que los jugadores trabajen con un entrenador personal Barcelona en la corrección y optimización de su mecánica de juego.

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