DOLOR LUMBAR, ¿QUÉ PUEDO HACER?
Seguramente alguna vez en tu vida hayas sufrido dolor lumbar o de espalda (sobretodo en la parte más baja de la espalda), y, aun sin saber la causa, lo primero que piensas es en hacer reposo y ponerte calor con una manta eléctrica o un cojín de semillas calentado en el microondas. De hecho, si has ido al médico por este motivo es muy probable que te haya recetado lo mismo, reposo, calor y, además, antinflamatorios e incluso un relajante muscular.
Obviamente, después de tomarte una pastilla te sientes mucho mejor y piensas “que bien, ya estoy curado”, pero 6-10 horas después…. ¡Sorpresa, el dolor reaparece! Este proceso de enmascaramiento del dolor sucede en cualquier tipo de dolencia y, desgraciadamente, demasiado a menudo. Se tratan los síntomas, pero se olvidan las causas de la patología.
Y pues, ¿qué podemos hacer delante de un episodio agudo de dolor lumbar?
Para poder combatir un dolor lumbar primero hay que conocerlo, y eso implica varias cosas: ¿en qué momento del día duele más?, ¿empeora con el movimiento?, ¿es un dolor localizado, o se trata de una zona? Todas estas preguntas nos darán respuestas que nos ayudarán a recopilar información sobre esta dolencia.
Aun así, si desconocemos las causas, no pasa nada. La literatura científica actual reconoce que alrededor del 80% del dolor lumbar es de origen inespecífico (de hecho, se ha creado el concepto “non specific low back pain”, que significa “dolor lumbar no específico”). Algunos autores especulan sobre la posibilidad de que un engrosamiento en la fascia toracolumbar pueda ser la causante de este dolor generalizado en la zona lumbar, pero estas teorías aun no han sido contrastadas.
De todos modos, lo que sí que se ha visto es que el dolor lumbar no específico es más frecuente en aquellas personas con un estilo de vida sedentario, en mayor parte en aquellas cuyo trabajo consiste en estar muchas horas en una misma postura, tanto de pie como sentado. Por eso, si la potencial causa de esta dolencia es la inactividad física, ¿cuál podría ser un remedio? Efectivamente, el movimiento.
El ser humano está diseñado para moverse. Nuestros antepasados se pasaban días seguidos caminando largas distancias en busca de refugio y comida, y es por eso por lo que el modelo de sociedad actual absolutamente sedentario va en contra de nuestros orígenes. Actualmente sufrimos muchas dolencias que en el pasado seguramente no, y una de ellas es el dolor lumbar.
Sin embargo, para tratar una determinada dolencia muchas veces debemos centrarnos en otras estructuras del cuerpo, ya que no todas las articulaciones tienen la misma función. Según Cook, fisioterapeuta de reconocimiento internacional, nuestro organismo alterna articulaciones destinadas a aportar estabilidad con otras que aportan movilidad.
Desgraciadamente, a veces una articulación destinada a la movilidad (cadera, columna dorsal…) sufre un déficit de ésta, y este fenómeno deberá compensarse de algún modo, aumentando la movilidad de otra zona destinada a la estabilidad (en este caso, la zona lumbar).
De esta manera, y como conclusión, aumentando la movilidad de articulaciones próximas a la zona lumbar es muy probable que mejoremos la sintomatología del dolor en dicha zona. Sea como sea, el movimiento es la clave.
En WELL nuestro fisioterapeuta Barcelona te ayudará a entender y localizar la causa de tu dolor, te dará herramientas para paliarlo y saber cómo actuar en caso de recidivas. Además de intentar que no se repita más y mejoremos nuestra calidad de vida, optando a nuevos retos físicas o volver a cosas que se han dejado de hacer.