Dieta Cetogénica o Keto, ¿Lo mejor para perder peso?
DIETA CETOGÉNICA O KETO
La dieta cetogénica consiste en una reducción de la ingesta de hidratos de carbono hasta el punto de producir una cetosis, resultando un estado similar al ayuno.
Para conocer a fondo este tipo de dietas se debe conocer de donde proviene y porqué surgió. Antes del descubrimiento de la insulina, una dieta restrictiva en carbohidratos era el tratamiento que se les daba a las personas con diabetes.
Por otro lado, aparte de ser usada para tratar enfermedades metabólicas, la dieta cetogénica ha sido utilizada desde los años 20 en casos de epilepsia refractaria muy buenos resultados. Finalmente, este tipo de dietas han sido usadas para el tratamiento de la obesidad a partir de los años sesenta.
La producción de cuerpos cetógenos se debe a un descenso en el ratio insulina/glucagón, y así un descenso de la glucosa disponible.
Dicho estado, promueve unos altos niveles en sangre de ácidos grasos no usados para la oxidación, y como consecuencia se producen los cuerpos cetógenos. Una vez producidos dichos cuerpos cetógenos son usados como un combustible alternativo por diferentes tejidos, especialmente el sistema nervioso central. Esta afirmación desmiente el mito de que el sistema nervioso solo usa glucosa como fuente de energía.
También es importante comentar que estos cuerpos cetógenos tienen una serie de efectos beneficiosos para el organismo:
- Tienen un efecto protector sobre el sistema nervioso central.
- Preservan la masa libre de grasa, es decir, previene el catabolismo (pérdida de masa muscular). Finalmente, aumentan la sensación de saciedad.
Mitos acerca de las dietas keto
- Es una dieta alta en proteínas: La realidad es que es una dieta moderada en proteínas, alta en grasas y pobre en hidratos.
- Peligroso para los riñones: No existe evidencia actual que apoye dicha afirmación.
- Es deficitaria en micronutrientes: Si está bien controlada no es deficitaria ni en micronutrientes ni en macronutrientes, para ello debemos elegir muy bien los alimentos.
- No es sostenible a largo plazo: Hay que decir que esto es individualizable, dependerá mucho de la población a la que se aplique.
- El sistema nervioso central requiere glucosa: Como se ha comentado anteriormente el sistema nervioso central puede usar los cuerpos cetogénicos como fuente de energía.
- Una dieta alta en grasas aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular: Los estudios publicados hasta día de hoy no logran mostrar una clara correlación entre las grasas y las enfermedades cardiovasculares.
Dieta cetogénica para la pérdida de peso.
Hay una fuerte tendencia a pensar que es una elevación en las concentraciones de insulina la que da lugar al síndrome metabólico y a la obesidad. Lo que conduce a pensar que una dieta elevada en carbohidratos podría ser la causante de este tipo de enfermedades.
Sin embargo, no hay una clara evidencia para pensar que una dieta alta en cualquier tipo de hidratos es la causante. No obstante, hay una clara correlación entre el aumento de la obesidad, la revolución industrial y una ingesta de hidratos de carbono refinados muy alta. De esto se puede deducir que los culpables de dichas enfermedades son los hidratos de carbono refinados.
Conclusiones
A modo de conclusión hay una serie de mensajes que se deben de remarcar:
- Una dieta baja en carbohidratos es sobradamente válida, efectiva y segura. Lo importante es la calidad de la dieta más que la distribución de macronutrientes, siempre y cuando haya un déficit calórico y se garantice una adecuada ingesta de proteínas.
- Es una herramienta a tener en cuenta no farmacológica, no es la única ni la mejor.
- Se debe aprender a prescribir este tipo de dietas al igual que el ejercicio o los fármacos.
- Diferenciar claramente entre alimentos o grasas sanas e insanas, no vale comer de todo.
- Los mensajes de dieta equilibrada y de gastar más de lo que se come son demasiado ambiguos.
- Los puntos fuertes de este tipo de dietas se basan en su fuerte adherencia y su facilidad para crear un déficit calórico.