Estiramientos
Se define la flexibilidad como la capacidad del organismo para mover las articulaciones atendiendo al rango de su movilidad, con la ayuda de unos músculos concretos. Cada articulación del cuerpo tiene un rango de movilidad específico y, por lo tanto, la flexibilidad no es una característica general, es decir, se puede ser flexible para una articulación y rígido para otra. Esta capacidad está directamente vinculada con los estiramientos.
La práctica de cualquier deporte requiere un buen condicionamiento general del cuerpo, en todas sus articulaciones y músculos. Cuando, al realizar el gesto deportivo, un músculo se estira, se desencadena un fenómeno llamado reflejo miotáctico de los estiramientos, consistente en una contracción de dicho músculo no deseada, debido a que intenta evitar un posible desgarro o rotura de las fibras que lo componen.
Practicando los estiramientos, conseguimos que el músculo se habitúe a aumentar su longitud y el umbral del reflejo se hace mayor, permitiendo un gesto deportivo más amplio, sin riesgo de bloqueo o lesión.
Parece ser que la práctica del estiramiento aumenta la secreción y retención de los lubricantes orgánicos, disminuyendo el roce de las fibras musculares entre sí. Nunca haremos ejercicios de estiramiento de músculos que no hayan sido previamente calentados o, en el caso de estiramientos tras una sesión de entrenamiento o competición, utilizados en la práctica del deporte. Normalmente se distinguen varios tipos de flexibilidad y cada una de ellas lleva aparejado una clase de estiramiento.
Dependiendo el ejercicio de estiramiento la flexibilidad se suele dividir en: Estática, Balística y Dinámica o Funcional.
Para cada uno de los casos anteriores, y atendiendo al modo en que se realiza el estiramiento, la flexibilidad se suele subdividir en: Pasiva y Activa.
La flexibilidad pasiva
Hace referencia al rango de movilidad de una articulación sin tener en cuenta la velocidad con que se va a realizar el movimiento.
La flexibilidad balística se adquiere realizando ejercicios con sacudidas y rebotes rítmicos, con ello se consigue un buen rango de movilidad en movimientos enérgicos.
En la flexibilidad funcional los ejercicios encaminados a su adquisición no requieren rebotes ni sacudidas. Normalmente se realizan los estiramientos correspondientes a una velocidad igual o ligeramente mayor que la requerida en la práctica del deporte a que se destinan. Los estiramientos funcionales se realizarán sobre la base de progresión en velocidad dentro de cada sesión, es decir, se programará la sesión de forma que se realicen primero a velocidad reducida para ir aumentando paulatinamente hasta llegar a la velocidad estipulada concreta.
En cuanto a la flexibilidad pasiva, tanto en el caso de la flexibilidad estática, como en la dinámica, o incluso en la balística, se requiere tener la mayor movilidad posible de una articulación cuando los músculos que intervienen en el movimiento están relajados, es decir, cuando el atleta no contribuye en nada con sus propios músculos al movimiento de la articulación.
La flexibilidad activa
Es necesaria para realizar movimientos y mantener posturas utilizando los propios músculos (en este caso los antagonistas para estirar un agonista), sin utilizar fuerza o ayuda externa alguna, sin embargo se puede utilizar una resistencia externa que se oponga al estiramiento, como puede ser un aparato o el peso de los aparatos utilizados normalmente en la práctica del deporte.
Ventajas de trabajar la flexibilidad
- Disminución del riesgo de lesiones, sobre todo esguinces y desgarros musculares
- Reducción de problemas de cadena posterior
- Disminución de problemas musculares derivados de sobrecargas por entrenamiento excesivo o largas competiciones
- Disminución de la tensión muscular necesaria para realizar el gesto deportivo y, consecuentemente menor fatiga y mayor rendimiento.
Existen algunas técnicas avanzadas adicionales, que podríamos enmarcar dentro del estiramiento, como son la facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP) , de las que no hablaremos aquí, ya que se trataría de técnicas utilizadas exclusivamente en deportistas de alta competición o en rehabilitación tras lesiones o accidentes; en estos casos es mejor contar con la ayuda de un entrenador personal Barcelona de nuestros centros.
Cuando los estiramientos no se han realizado nunca, es normal la aparición de dolores o molestias, debidas a la falta de actividad previa de los músculos que estamos estirando. Es importante tener en cuenta que los estiramientos no están prescritos cuando exista osteoporosis, lesión, infección, inflamación, esguince o se haya padecido una rotura reciente muscular u ósea en la zona a estirar, y en caso de realizar-los, acompañado siempre de un especialista.
Los ejercicios de movilidad articular deben formar parte del calentamiento antes de iniciar una sesión deportiva o de actividad física, y es muy recomendable realizar estiramientos y trabajar la flexibilidad en la vuelta a la calma de la sesión. Éstos nos ayudaran a llevar los músculos y las articulaciones a una situación de relajación y longitud normal, condicionan a su vez a una relajación mental necesaria para sesiones tanto de entrenamiento como de competición.