La valoración del estado nutricional es un aspecto muy importante que nos va a ayudar a conocer la situación actual y pasada de nuestro paciente en relación a su alimentación y por lo tanto, de la repercusión que esta puede tener sobre su composición corporal y su estado de salud. Nos permite determinar la adecuación de la ingesta a las necesidades energéticas y de nutrientes e identificar a los sujetos malnutridos por exceso/defecto, o en riesgo de poder estarlo. Para llevar a cabo un correcto estudio nutricional debemos incluir una valoración antropométrica, análisis de parámetros bioquímicos y la realización de una historia dietética. En este artículo hablaremos de la valoración antropométrica.
Vivimos “obsesionados” con lo que marca la báscula cada vez que posamos los pies sobre ella y no analizamos bien la composición corporal. Bastante frecuente es que la sensación que nos queda tras este momento, en el caso de que no se ajuste al peso que consideramos ideal, pueda llevarnos a emprender dietas extremas o las archiconocidas dietas milagro.
Como dietista-nutricionista he presenciado no pocos casos en los que a medida que se ha incrementado el ejercicio físico, especialmente con trabajo de fuerza, la gente parece descontenta con lo que muestra la báscula, ya que ve que a veces lejos de conseguir la bajada de peso que buscan, han incrementado el mismo. Esta situación puede llevar a dudar de uno mismo, del profesional y de si debería seguir con el entrenamiento.
El cuerpo humano necesita adaptación al trabajo que se está realizando, y además de esto el peso en sí mismo no tiene porque (y de hecho, por si solo, no suele) ser un buen indicador.
El motivo es sencillo, no se tiene en cuenta que porcentaje de este peso corresponde a materia grasa o magra (masa muscular). Podemos observar casos que aparentemente pueden encontrarse en normopeso, en base al índice de masa corporal (IMC: Peso (kg) / talla (m)2 ) pero que presentar un porcentaje de grasa corporal por encima de los parámetros saludables así como un bajo componente muscular y viceversa, gente con escasa grasa corporal, elevada materia magra y cuyo IMC puede resultar en sobrepeso.
Por ello, se necesita de más técnicas que nos den una información más detallada sobre nuestra composición corporal. En este contexto, encontramos el estudio antropométrico. Esta técnica usada internacionalmente consiste en una serie de mediciones sistematizadas del peso (kg), talla (m), pliegues cutáneos, diámetros, longitudes y perímetros que expresa, cuantitativamente, las dimensiones del cuerpo humano y nos da una estimación de la composición corporal a nivel de masa grasa, muscular, ósea y residual. Es de gran importancia para el profesional de la nutrición, como parte de la evaluación y seguimiento del tratamiento dietético nutricional de los pacientes.
Para la realización del mismo se necesita de una acreditación internacional en cineantropometría basado en los consensos internacionales de la Internacional Society for the Avancement of Kinanthropometry (ISAK).
Para la recogida de los datos, se propone una proforma, (ver tabla 1) adaptada de las propuestas por ISAK para el perfil restringido, que contempla las medidas básicas que deben ser recogidas en todo estudio antropométrico para obtener una valoración de la composición corporal y una representación gráfica conocida como somatotipo.
El somatotipo hace referencia, en forma fotográfica, el perfil de la persona respecto a tres componentes: la endomorfía, la mesomorfia y la ectomorfia.
- Endomorfía: Representa la adiposidad
- Mesomorfía: Representa la robustez o magnitud músculo-esquelética
- Ectomorfía: Representa la linealidad relativa o delgadez de un físico.
A nivel deportivo, una composición corporal inadecuada en el deportista, puede hacer que este no alcance su máximo rendimiento deportivo. Cada especialidad o modalidad deportiva tiene un patrón cineantropométrico específico muy bien definido. Con dicha técnica conseguiríamos tener un mayor control de la composición corporal a lo largo de toda la temporada deportiva para dirigir el cambio en la composición corporal hacia la proforma de referencia que le correspondería según el deporte que practica mediante el tratamiento dietético y el entrenamiento correspondiente.
Este estudio, para realmente ver cambios de manera significativa, se debe realizar cada mes o mes y medio. Así, podemos ver en qué zonas hemos conseguido mayores resultados, según los objetivos establecidos (pérdida de peso o aumento de masa muscular), a nivel del peso corporal, pliegues cutáneos o perímetros, tras la estrategia dietética planteada.
En definitiva, es el perfecto complemento para conseguir un buena valoración nutricional, que nos informa de si vamos por el buen camino con la estrategia dietética y logrando los objetivos propuestos en relación al cambio en nuestra composición corporal.
Si quieres conocer más y que te ayudemos a conocer tu composición corporal y adquirir unos hábitos saludables, no dudes con contactar con nosotros.